La plantilla de lujo del Real Madrid 2013/2014
@javicanarion analiza el verano del Real Madrid, sus fichajes y la plantilla de lujo que ha confeccionado.
Finalizado el período de fichajes el Real Madrid
ha sido un año más el grán (único) animador del mercado de fichajes de
una Liga española cuyos equipos están más tiesos que la mojama. Moviendo
una cantidad de dinero que no se ha visto por estos lares desde las
llegadas a Sevilla de la flota de Indias, el Real
Madrid, como un coche de lujo robado, ha sido sometido a una concienzuda
sesión de chapa y pintura. Estos son algunos de los nombres propios del
verano merengue, verano que ha dado de sí como para que Telecinco le
hubiese dedicado un Sálvame diario de junio a septiembre:
Mourinho y Ancelotti
“El Tipo Especial” se ha marchado por la
puerta de atrás, hecho que un castizo podría definir mejor que nadie:
“Si es que se veía venir, joder…”. Sus maneras de farolero y
perdonavidas nunca calaron entre el aficionado madrileño, de natural
fardón y altanero. Si además se suma que en la ciudad de Madrid, para fantasmas ya estaban los del palacio de Linares,
y sabiendo que no hay cosa que menos trague un chulo que tener otro
chulo en su misma casa, se explica el irrevocable hastío existente entre
el de Setúbal y la afición madridista.
Ancelotti sin embargo
ha caído bastante en gracia. Cierto que de primeras era el último
favorito en las encuestas para ser entrenador blanco. Con la sensación
de que hubiera seguido último si las encuestas hubieran incluido a Stoichkov, Futre y Emilio Pérez de Rozas.
Pero una vez aquí, con esos ademanes de italiano elegante y bien
educado, ese modo de trabajar discreto, sus declaraciones renegando de
su cuna italiana del catenaccio, su alegato al fútbol-arte, modalidad de juego de la que el Bernabéu anda hambriento, y su imagen delbosquiana
de padre cincuentón comprensivo que da propinas mientras dice “no te lo
gastes en vino, hijo”, parece que han caído en gracia en una entidad
que necesitaba por encima de todo normalidad. Y eso es lo que desprende
de momento el bueno de Carletto.
El Nápoles
Aurelio de Laurentiis
se ha convertido en el excéntrico mecenas-jeque-ruso en la sombra que el
Real Madrid ha disfrutado este verano. La pasta que el Nápoles recibió por el guerrero uruguayo Cavani la invirtió en su totalidad en los fichajes de Callejón, Higuaín y Albiol,
convirtiendo las tres operaciones en ventajosas desde el punto de vista
económico para el Real Madrid, en la típica proporción
lo-que-me-han-soplado/lo-que-me-han-aportado/lo-que-me-han-soltado-por-ellos.
Estas tres ventas, unidas al generoso desembolso del señor Wenger por Mesut Özil han provocado que pese a la innoble cantidad de plata gastada por el Real Madrid este año, el balance del verano sea el más positivo en años.
Isco, Illaramendi, Carvajal, Jesé y Morata
Desde los lejanos años 30 en el Real Madrid de Zamora, Ciriaco, Quincoces e Hilario Marrero no recuerdo en el Real Madrid un verano con tanto amor por lo nacional. La generosidad de Florentino soltando billetes a clubes españoles por jugadores españoles y dando dorsales a chicos del Castilla
ha sido inaudita. La afición, además, se siente agradecida al fin por
tener este gesto con el equipo, harta de medianías que llegaban del
extranjero por un dineral que sistemáticamente se negaba por los enormes
jugadores españoles (Silva, Mata, Cazorla, Valero, Soldado, Navas, Llorente, Javi Martínez…). Más sabiendo que tras los obvios Cristiano y Zidane, el mejor fichaje de la era Florentino ha sido Sergio Ramos.
La sensación que hay en el ambiente, además, es que los cinco son y serán muy importantes en el Real Madrid. Illarra
es el que aún más tiene que demostrar. Tras su simpática presentación
con sus colegas del pueblo, ha entrado en una espiral de lesiones de la
que está a punto de salir. Con la baja de Xabi Alonso, será un jugador capital para los blancos, y tendrá que serlo rápido porque Luka Modric está creciendo cada partido. Al lado de Alonso debe convertirse en un jugador tan importante como lo es y fue el de Tolosa. Carvajal es un lateral del gusto de la afición, que le prefiere frente a la aburrida eficacia defensiva de Álvaro Arbeloa. Morata se aprecia como una especie de Morientes habilidoso, con sus rachitas excelentes y sus rachas negadas ante el gol, pero con más arte que el de Sonseca, que fue adorado en el Bernabéu aún sin ser canterano como Álvaro. En cuanto a Jesé Rodríguez hablaré más adelante, pero de momento adelanto que dará mcuho que hablar en el Bernabéu.
Isco Alarcón se merece un capítulo aparte. Pocas veces he visto tanta unanimidad en aficionados del Madrid, del Barcelona y del Atleti
respecto a un jugador. Algo especial tendrá cuando culés e indios se
tragan la acidez que les produce el merengue y proclaman sin pudor las
virtudes de este chico con cara de pillo y una mente privilegiada para
jugar al fútbol. Algo especial tendrá cuando Carletto se ha enamorado de su juego hasta el punto de hacerle titular indiscutible, por encima de tipos como Özil, Di María, Modric, Khedira…
Tiene un áura mágica, de jugador de época, de malabarista que es
efectivo además de efectista. Es un don que tienen ciertos
mediocampistas cuyo juego es estético y demoledor a partes iguales. Ese
perfume que desprende es el mismo que desprenden tipos como Zinedine Zidane o Andrés Iniesta. Me atrevo a decir que es el fichaje más ilusionante de este verano y los últimos tres, por encima de Gareth Bale.
Özil, Benzemá, Higuaín
El guerrero argentino y el mago turco-alemán han sido las dos bajas más sensibles del Real Madrid este año. Higuaín
se ha ido del Real Madrid harto de luchar contra corriente, de una
afición que nunca dejó de verle algo patoso, pese a los goles que ha
marcado, y de una directiva que nunca le valoró como otros compañeros,
quizá porque no costó el dinero que sí se pagó por otros. La afición del
Real Madrid sólo puede estar agradecida por el
pundonor, la garra y el madridismo que ha demostrado en cada partido, en
cada carrera para luchar un balón, en cada momento de bajón superado a
base de coraje y huevos. La venta es buena, el dinero ingresado por él
es elevado, pero creo que el delantero que este año debió salir del club
blanco es Karim Benzemá y no él. Benzemá no encarna
ninguno de los valores que se le supone a un jugador del Real Madrid (la
calidad es un valor que se da por descontado: ¡es jugador del Real
Madrid!): Integración, esfuerzo, sudor, agallas, valentía, ardor
guerrero, amor por los colores, espíritu irreductible, lucha, garra,
gallardía… De un jugador del Madrid se exige que tenga al menos unas
gotas de sangre de Juanito corriendo por sus venas, y Benzemá parece que no tiene ni sangre de Benzemá corriendo por sus venas. Jesé Rodríguez, el pibito de Gran Canaria,
tiene todas las papeletas de comerle la tostada porque sí reúne muchos
de los valores clásicos del jugador blanco de siempre, y, en mi opinión,
en breve acabará siendo reconocido como mucho mejor jugador que
Benzemá. Porque creo que lo es. Si Ancelotti es consecuente y consigue
olvidarse de que Benzemá es ojito derecho de Florentino, no descarten que el grancanario Jesé (no pronunciar Yesé, por favor) acabe siendo delantero titular en el Real Madrid. Es el mayor talento salido de la cantera desde Raúl González Blanco. Fue clarificante cómo Raúl le abrazó el día de su homenaje sin dejar de repetir “éste es el futuro, el futuro del Real Madrid”.
Luego tenemos el caso Mesut Özil. En cierto modo ha sido engullido por varias circunstancias. En primer lugar, tiene algo de Benzemá, algo de indolencia o de no mostrar una cultura del esfuerzo que quizá sí tuviera pero no ha calado en el Bernabéu.
En el Real Madrid no sólo hay que esforzarse, sino que ese esfuerzo
debe ser mostrado con generosidad un público que no asiste a los
entrenamientos pero sí mira atentamente, como examinadores de la DGT,
cada partido a cada uno de sus jugadores. La sensación de que el gran Mago Özil sólo duraba 60 minutos siempre ha flotado en el aire de la calle Concha Espina.
A mi modo de ver, es una lástima que el chico de las 20 maravillosas
asistencias por año no le ponga los balones en largo a los galgos Bale y Cristiano
la temporada que viene. Por otro lado, la oferta ha sido muy buena
(olvidemos lo que ha costado Bale por un momento), el jugador tiene un
representante cansino como una mosca cojonera, y este año apuntaba a
suplente con la aparición del gran Isco Alarcón. La
alegría de la novedad, más aún al ser español, se ha llevado por delante
su juego bello aunque indolente y ya más visto tras cuatro años
vesitidito de blanco. Creo que el Real Madrid ha
sacado el máximo rendimiento económico por él vendiéndolo este verano y
quizá se haya quitado un conflicto del vestuario. Desde ese punto de
vista, la operación es buena, por más que duela verle hacer magia el año
que viene en otro equipo…
Íker Casillas y Diego López
Vaya por delante que en este caso no puedo más que ser parcial. Soy de Íker, qué le voy a hacer, estoy rendido al mejor portero que he visto en mi vida. A Zamora, Iríbar y Yashin
no he podido verles jugar, pero sí a esta leyenda de deportista
español, que con 32 años se encuentra en el tramo de su carrera con más
madurez en la portería. A Casillas le debemos una final de Mundial, si me apuran, por encima de a Xavi, Iniesta o Villa. El Balón de Oro del Mundial
se lo hubiera dado a él, tras ganar España por 1-0 cada una de sus
eliminatorias. 1-0 y Casillas de portero, como rezaba el dicho de patio
de colegio refiriéndose antaño a Ricardo Zamora.
Diego López me parece un porterazo, eso es cierto, pero en ningún caso superior a Casillas.
Aún creo que acabará jugando y tengo la esperanza de que Diego López
está bajo palos por la consecuencia de una pretemporada menos intensa y
extensa de Íker. Tampoco entiendo a ese pequeño sector de la afición que
le acusa de topo y traidor hacia… ¿quién? Hacia José Mourinho,
un tipo al que el Madrid le importaba tres cojones. Es decir, esta
gente pretende hacerme comulgar con la rueda de molino de que los actos
de un capitán, de un chico de Móstoles madridista desde
que tiene uso de razón, con más de quince años en el club, van en
contra del equipo de sus amores y que le ha llevado a la fama. Ningún
madridista procuraría hacer nada conscientemente que dañara al club.
¿Cuánto menos Casillas, que cobra y bien cobrado del club de su
infancia? Por mi parte, está libre de toda sospecha. Cada palabra o acto
que hay hecho o no haya hecho no han sido para perjudicar al Real Madrid, tema del que no estoy tan seguro acerca del tipo especial de Setúbal, por ejemplo. Casillas no es un topo, es ejemplo de canterano, madridista y español, es una punta de las cinco que tiene la estrella del pecho de la Selección Española, y ahora mismo porta la banda morada que cruza el escudo del Madrid.
Gareth Bale
Poco más se puede decir de este futbolista que no haya dicho mi compañero @jiNKampano. Os recomiendo encarecidamente su artículo Real Madrid: Gareth Bale, el chico perfecto.
El Deseado al fin está en el Real Madrid. Parece que ha nacido una
estrella del fútbol cuyo mayor problema será demostrar que es tan bueno
como las espectativas que ha levantado. Tiene potencia, regate y disparo
demoledor, es un jugador que reúne las características típicas de un
triunfador en la Premier, veremos si sus virtudes encajan en la Liga, mucho más técnica que la inglesa.
El Real Madrid, en
resumen, posee en estos momentos la mejor plantilla de su historia. Este
año parece que sí se ha fichado bien, que se ha reunido un conjunto de
estrellas jóvenes que deben crecer en el éxito continuo. Con veteranos
como Casillas, Ramos, Marcelo, Alonso o Arbeloa, con jóvenes prometedores como Varane, Isco, Illarramendi, Jesé y Morata, con meritorios fundamentales como Di María y Modric, con el fichaje de cada año como Bale y la superestrella Cristiano Ronaldo el Madrid es aspirante real a todo. A mi parecer, este año por encima del Barcelona
y de cualquier equipo de Europa. Nunca he visto un Madrid tan potente y
seguro que nunca lo hubo, al menos desde el Madrid de la tan recordada
delantera Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas, y Gento. La temporada para el madridista se presenta apasionante.
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