Fernando
Redondo nació en Adrogué, en 1969, cuando el frío del otoño austral
remoloneaba por las praderas de la inmensa y fértil provincia de Buenos
Aires. Ese día, don Fernando, próspero industrial, mostraba orgulloso a
familiares y amigos al primogénito recién nacido. Alguien dijo: "este
niño será Gardel o artista". Todos sonrieron, pero no andaban muy
convencidos. Entre apuestas interiores sobre si sería catedrático, mago
de las finanzas, Richard Gere o consumado político, alguien se llevó la
porra al augurarle gloria bendita en fútbol. Siempre fue un chico
aplicado y responsable. Don Fernando y Doña Luz Cristina le inculcaron
desde niño el sentido del deber y la disciplina. Siempre ha roto moldes
y bocetos: de buena planta, nunca ejerció de "guapo"; sacaba excelentes
notas y, sin embargo, estaba en las antípodas del empollón; gambeteaba a
la manera del maravilloso "Beto", pero no necesitaba del fútbol para
sacarse las telarañas del estómago.
Se crió en un barrio noble de Buenos
Aires en una familia de clase media. Él es el mayor de dos hermanos, el
pequeño se llama Leonardo (Fernando le llama Leo en sentido cariñoso) y
trabaja en la empresa familiar. Cuando eran niños, su pasión era el
fútbol, y cuando terminaban de hacer los deberes se bajaban a jugar con
la pelota, como en Argentina hacen la mayoría de los niños . Para
entonces, Redondo ya tenía un ídolo propio; todos los niños de su época
soñaban con Kempes o con un joven que jugaba maravillosamente (Maradona),
pero Redondo admiraba a Bochini, del cual destacaba su extraordinaria
velocidad mental. Su padre le llevaba a ver a Independiente, equipo
donde jugaba Bochini.
Sus primeros pasos futbolísticos los
dio en un equipo de fútbol sala, el Talleres de Escalada, en el que ya
comenzó a demostrar su valía. Más tarde, su padre lo llevó a hacer
pruebas con Argentinos Juniors, donde quedaron asombrados de como la
tocaba de dulce aquél zurdito.
Debutó
en la liga argentina con tan sólo 15 años de la mano de Yudica contra
Gimnasia y Esgrima. Con el técnico Nito Veiga vivió sus mejores momentos
como "cinco" de Argentinos. En 1.990, quedó libre por una mala gestión
de su club y fichó por el C.D. Tenerife, a pesar de tener múltiples
ofertas del Calcio italiano. Cuando firmó por el Tenerife, decidió
aparcar sus estudios, aunque asegura que cuando se retire de la alta
competición proseguirá con ellos.
Con el Tenerife nunca terminó de jugar
una temporada completa a causa de las malditas lesiones. Fueron varios
los entrenadores que tuvo allí, y todos quedaron pregnados de él.
Primero fue Javier Azkargorta, después llegó el "Indio" Solari (que más
tarde sería su suegro) con el que pasó una gran etapa. De esto se dió
cuenta su presidente Javier Pérez revisándole el contrato por cinco años
y pasando a ser uno de los extranjeros mejores pagados de la liga
española, además de aumentar su cláusula de rescisión a 10 millones de
dólares. Poco después Solari fue cesado y llegó al banquillo isleño
Jorge Valdano, con el que jugó a su más alto nivel, participando en la
copa de la UEFA. En la eliminatoria frente a la Juventus de Turín dejó
con la boca abierta a toda la liga italiana; incluso varios equipos
intentaron hacerse con sus servicios.
Ramón Mendoza (ex presidente del Real
Madrid) ya intentó hacerse con sus servicios en el 92 y en el 93 pero
sus intentos fueron fallidos. Sin embargo, en 1.994, Valdano fichó por
el Real Madrid, y quería a Redondo en su nuevo proyecto con el equipo
madrileño. En junio de 1.994, Ramón Mendoza consiguió el pase de Redondo
al Real Madrid por algo más de 3 millones y medio de dólares, Ramis y
Víctor.
Redondo prefirió fichar por el Real
Madrid en lugar de aceptar ofertas más apetitosas económicamente de
Olympique de Marsella o varios equipos italianos. Desde entonces, cada
día ya no disfruta de la playa tinerfeña, gasta más dinero en gasolina
porque hay más tráfico y por cada periodista que hay en Tenerife, en
Madrid hay cinco, pero su tasa de felicidad no ha disminuido ni ha
perdido las amistades de aquella época.
En
la pretemporada del año 94, en San Mamés (campo del Ath.Bilbao), sufrió
una grave lesión a causa de una entrada de Mendiguren, lo que le impidió
poder comenzar la liga con el equipo merengue; Luis Milla ocupó su lugar
en el campo, y el equipo ganaba los partidos. Esto provoco el debate de
si debía jugar Redondo o Milla, pero el día de su reaparición,
precisamente en Bilbao, Redondo salió en sustitución de Milla y se echó
el equipo a las espaldas, logrando remontar el partido.
Ese
año jugó 23 partidos y su equipo ganó la liga. Al año siguiente
(temporada 95-96) habían llegado refuerzos extranjeros como Rincón o
Esnáider, por lo que el puesto dentro del once titular se había puesto
muy caro, sin embargo Valdano seguía apostando por él. Pero cuando
comenzó la liga, el Real parecía que no funcionaba. En la tercera
jornada el Madrid se enfrentaba contra el Real Oviedo, el equipo perdía,
y el público comenzó a pitar a Redondo. Fueron sus peores días como
jugador madridista. A partir de aquí, Redondo comenzó a entonarse
conforme pasaban los partidos llegando un gran partido en el Real
Madrid-Juventus de Turín de la copa de Europa (actual Champions League).
Redondo esperaba impaciente el partido de vuelta, hasta que tres días
antes, en un partido de liga contra el Albacete Balompié, un tal Josico
(ver foto) se cargaba a Redondo con una entrada propia de un jugador
ruin, que dejaba al Real seriamente mermado de cara al trascendental
partido ante la Juve; partido trágico en el que el Real Madrid quedó
eliminado de la copa de Europa. Esa temporada, Redondo terminó siendo el
mejor del Madrid junto con Raúl, jugando otros 23 partidos de liga.
En
la temporada 96/97 llegaba Capello, que después de una lesión en la
pretemporada, parecía no contar mucho con él. Tampoco pudo comenzar la
liga, pero sin él , el equipo no funcionaba y todos pedían a gritos su
presencia en el once. Con su reaparición, el Real comenzó a jugar mejor
y se hizo imprescindible en los esquemas de Capello.
Su juego llamó nuevamente la atención
en equipos como el A.C Milán, que dirigiría el año próximo el propio
Capello, o la Lazio, que le llegó a ofrecer una cantidad superior a los
3 millones de dólares por temporada (a razón de los apenas 1 millón que
estaba cobrando con el Madrid), pero él, ayudado por su representante y
amigo Ricardo Luri, decidió rechazar estas ofertas y actualmente ha
ampliado su contrato con la casa blanca hasta el año 2003, con una
cláusula de rescisión de 100 millones de dólares. En 1997 llegaba Jupp,
tras la salida de Capello del Real Madrid. El entrenador alemán apostó
por un fútbol ofensivo, mostrando en todo momento su máxima admiración
por el juego de Redondo.
Con
Heynckes, Redondo llega a un punto de gran madurez dentro de su carrera
deportiva; como de todos es conocido es la temporada en la que el Real
Madrid se proclama campeón de Europa con un Fernando Redondo que se
erigió como protagonista en la semifinal ante el Borussia y por supuesto
en la final ante la Juventus. Respetado por las lesiones, Fernando
demuestra que se ha convertido con el paso de los años en el mejor medio
centro del mundo. En la temporada 98/99, nuevamente se produce un relevo
en el banquillo madridista, el holandés Guus Hiddink es el que se hace
cargo del equipo tras el fugaz paso de José Antonio Camacho por el
banquillo madridista. El holandés también transmite su admiración por el
juego del argentino. La liga comienza bien para el Real Madrid, que
consigue proclamarse campeón del mundo, ganando la copa Intercontinental
frente al Vasco de Gama por 2-1; Redondo juega los
90 minutos de la final cuajando una fenomenal actuación. La destitución
de Hiddink trae al banquillo madridista al conocido John Toshack
(temporada 99-00). Redondo se hace con un puesto de titular indiscutible
pero los resultados no llegan y el Real se sitúa en la parte media-baja
de la tabla. Va a ser con la llegada de Vicente del Bosque cuando el
Madrid empieza una impresionante escalada de puestos, para terminar
acabando la liga cuarto y ganando la segunda Copa de Europa en tres
años. Redondo es junto con Raúl el jugador con más partidos acumulados.
Su juego, como nunca. Pieza clave de la octava Copa de Europa.
Nombre: | Fernando Carlos Redondo Neri |
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Fecha de nacimiento: | 6 Julio 1969 |
Lugar de nacimiento: | Buenos Aires (Argentina) |
Altura: | 1,86 metros |
Peso: | 80 kg |
Historial: | 1985-1990: Argentinos Juniors (Argentina) |
1990-1994: Tenerife | |
1994-2000: Real Madrid | |
2000-????: AC Milan | |
Palmarés: | 1 Copa Intercontinental (1998) |
2 Copas de Europa (1998,2000) | |
2 Ligas (1995,1997) | |
1 Supercopa (1997) | |
Internacional: | 48 veces con Argentina |
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